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jueves, 26 de mayo de 2011

REFLEXIÓN DE UN BUEN COFRADE

Mi dilecto amigo, excelente periodista y mejor persona, Manuel Jesús Montes, formulaba en Facebook una pregunta a modo de reflexión cofrade. Percibí en su pregunta una mezcla de extrañeza y preocupación ante el hecho de que en la pasada campaña electoral ninguno de los candidatos a la alcaldía de nuestra ciudad, se hubiera reunido con nadie del mundo de las cofradías. Ni con miembros del consejo, ni con ningún hermano mayor para presentarles un programa o recabar propuestas. Absolutamente nada.

Admito y comparto la preocupación con Manuel Jesús, pero no la extrañeza. Y es que yo lo tengo cada día más claro: No interesamos a nadie. No representamos en Huelva ningún tipo de poder, ni formamos grupo de presión alguno.

Los políticos, seres astutos e intuitivos por naturaleza, captan perfectamente la capacidad que tiene cada grupo social para afectarles o beneficiarles en sus intereses. Como nos conocen, saben perfectamente cómo somos. Son conscientes que por nuestras luchas internas y por nuestra falta de unidad no representamos peligro político para nadie. ¿Por qué se van a molestar y encima señalarse como próximos al hecho religioso (así queda más políticamente correcto que llamarlo religión)?. No tienen ninguna necesidad.

Si ven que el supremo órgano cofrade , es decir, el Consejo, más que resolver crea problemas en sus propias cofradías, llegando casi a maltratarlas o ningunearlas, y aquí no se mueve un varal; si saben que entre nosotros mismos al tiempo que nos abrazamos en Cristo practicamos el despelleje vivo; si son conscientes de que la puñalá trapera es moneda común entre nosotros y no somos capaces de reaccionar ante nuestros propios problemas, ¿no nos van a ningunear? ¿Qué miedo, entendido como respeto humano a posible influencia en el voto, van a tenernos? ¿Qué balanza vamos a inclinar si no podemos con el peso de nuestra ineficacia?

Luego, saben que con una mísera subvención nos volvemos dóciles, cuando no serviles. Sin ir más lejos, esta cuaresma hemos asistido a la adecuación de actos cofrades celebrados en el nuevo palacio de la Diputación Provincial a la agenda de la Sra. Presidenta, candidata a la alcaldía y cuarta víctima política del Sr. D. Pedro Rodríguez, Alcalde electo de Huelva.

Y es lógico que quien paga publicaciones y carteles, o cede su espacio para exposiciones exija una cuota en forma de presencia mediática, o sea, con  la foto correspondiente en los medios de comunicación. Lo que ya no me parece tan lógico es el caso de la Hermandad del Calvario, que por motivos políticos le fue negada la presentación del palio de María Santísima del Rocío y Esperanza en el Palacio de Mora Claros, y que por no ceder a cierto chantaje tuvieron que buscar con urgencia, pero inteligentemente, el Salón de Plenos del Ayuntamiento de la ciudad, como la casa de todos. Un acierto.

Nos manejan a su antojo. Saben de nuestra escasa influencia en la sociedad. Consideran que nuestra fuerza es flor de un día, el de salida; de una semana a lo sumo, la Santa.

Y luego se nos abren las carnes, por no decir otra cosa, cuando los vemos venir con un ramo de flores y con sonrisa beatífica nos dicen que la Virgen está preciosa. Y hubo hasta quién en su proyecto llevaba “dignificar” la Semana Santa. Querría usted decir la carrera oficial, supongo.


Es lícito que los políticos quieran arrimar el ascua cofrade a su sardina electoral, pero no a cualquier precio. Y como todavía no me ha afectado el síndrome del “15 M”, pienso que no todos son iguales. No es lo mismo ver presidir un paso a un político que te encuentras habitualmente en misa, o sabes de su devoción cofrade, que haberlos haylos, que colmemos de varas a otros que defienden con vehemencia la ley del aborto o pide sin escrúpulos el porcentaje de la declaración de renta para una ONG, “Lo que sea sin fronteras”, para que no hagan ni la millonésima parte de lo que la Iglesia Católica viene haciendo desde hace siglos, y gratis total, que esa es otra.

He defendido y defenderé siempre las relaciones institucionales cordiales y correctas, pero a la única institución a la que se deben las cofradías es a la Iglesia fundada por Cristo. La que concede honores a nuestras imágenes , medallas, calles… es el Ayuntamiento, cierto; pero a petición del pueblo fiel de Huelva, no lo olvidemos. La independencia, la autonomía, la equidistancia con las fuerzas políticas debe ser regla de oro para nosotros. Si la verdad nos hace libres, la libertad la ganaremos manteniéndonos fuertes y unidos, si es que queremos que nos tengan en cuenta, siendo un solo bloque, con representantes fuertes en el Consejo y en las hermandades. De lo contrario estaremos siempre con las manos más atadas que el Cautivo de la Hispanidad.

Agradezco a Manuel Jesús Montes su reflexión, la reflexión de un buen cofrade como él, por haber inspirado este artículo. No había caído yo en eso….


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