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domingo, 17 de febrero de 2013

PAPAS A LA CARTA


No, no es que vayamos a hablar de la rica y variada gastronomía de Cuaresma, ni de las papas a lo pobre o en paseo que por desgracia están siendo tan habituales últimamente en muchas mesas españolas, pero sí que vamos a hablar  de las variadas "recetas" que nos sugiere los muy ilustradas tertulias televisivas y radiofónicas desde que SS El Papa Benedicto XVI presentó su renuncia a la Sede Petrina, aunque según ellos y ellas, sesudísimos teólogos y teólogas, el Papa ha presentado su dimisión. Y yo me pregunto: ¿ a quién habrá presentado este buen hombre su carta de dimisión, al Espíritu Santo Paráclito? Que decía que no hay programa que se precie que no apunten cómo debería ser el nuevo Papa, estos periodistas que sin conocer a Cardenal Ratzinger, cuando llegó a la Sede de Pedro no tardaron en calificarlo y descalificarlo de ultraconservador,  y que me imagino se habrán quedado con las patas colgando y con la mandíbula de abajo descolgada, vamos lo que se dice con cara de tontos, cuando hayan visto como un Papa tan "inquisidor" renuncia a su responsabilidad "en plena libertad y por el bien de la Iglesia", sin ningún apego a la púrpura. Estos defienden ahora que "un papa debe morir en la cruz". Esos mismos periodistas que sin leer los libros del Papa se atrevieron a decir lo que sus libros no decían, ¿o no nos acordamos de la mula y el buey de los Nacimientos? Y ahora a ver quién "desface" el entuerto.

No sabe el Santo Padre el bien que ha hecho por las audiencias televisivas. Vamos, que les ha salvado la Cuaresma a más de un telediario. Y más de una tarde a los programas del corazón. Porque hay que ver lo que saben de todo estas tertulias. Tanto saben y tanto conocen las entrañas de la Iglesia Católica, que si yo fuera presidente de la Conferencia Episcopal Española ya estaría llamando a Sálvame, o al Gran Debate (vulgo la Noria) para que Paz Padilla o Jordi González me dijeran qué perfil quieren que tenga el nuevo Pontífice, y hacérselo saber de inmediato al Sacro Colegio Cardenalicio, más que nada para que lo tengan en cuenta en el cónclave, y lo debatan si eso. O le pediría opinión a María Teresa Campos, que hasta ha puesto un confesionario en su programa, donde se sienta a descansar de sus tacones. O al pseudo-humorista apesebrado en Canal Sur que hizo sus gracietas (sin gracia ninguna) sobre El Papa en su programa. Estoy convencido de que a todos estos intelectuales de garrafón, a esta estabulada "gauche divine" de cucharón y paso atrás les encantaría un papa "progresista", que según ellos estuviera de acuerdo con el aborto, ordenara mujeres sacerdotisas, obispas y cardenalas, y que tuviera a bien excomulgar al cardenal Rouco, como si todo esto fuera lo lógico en un Vicario de Cristo en la Tierra y jefe supremo de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Estos periodistas a los que tanto les gusta hacer caridad con el bolsillo ajeno son incapaces de reconocer la ingente labor social de la Iglesia quitando hambre en estos tiempos de crisis, y les priva promocionar en sus programas tan solidarios a alguna ONG de garabatillo, pero jamás promocionarán a ninguna organización católica, ¿no se han fijado? Porque como dice Malili, mi compañera de trabajo, y sin embargo amiga, si  personajes como Willy Toledo o el Gran Wyoming no son ni quieren ser católicos ¿a qué viene opinar sobre la Iglesia, a qué tanta "preocupación" por su futuro, y por la identidad del próximo portador del anillo de Pedro?

Y si estos reconocidos periodistas dan su autorizadísima opinión, ¿por qué los cofrades vamos a ser menos? además, ¿es que nadie va a interesarse por los gustos cofrades del nuevo Papa?¡Hombre ya!. Que si será más de capa o de ruán; que si le gustará los izquierdazos  o el paso racheao; si le pondrá más el andar decidido o "avansá con lah uñitas na má"; si le irá más las agrupaciones  o las bandas de cornetas y tambores; si le gustará más los palios de cajón o los de forma, si las vírgenes con mantos sueltos o recogidos con muchos, muchísimos pliegues; si verá con buenos ojos la proliferación de coronaciones canónicas, y sobre todo algo crucial para que pueda contar y gozar de toda nuestra confianza y afecto: ¿le gustará o no le gustará al nuevo Papa de roma (arsa y toma) los Santos Entierros Magnos?

Y es que estoy en ascuas.....Mira que nadie plantearse qué pensará de estos aspectos tan cruciales para los cofrades, de estas verdaderas dudas que nos atormentan, el próximo pontífice. Es que no me llega la camisa al cuerpo. Ya podría Jorge Jordi González y María Antonia Iglesias (algunos apellidos los carga el diablo)completar el perfil que desean del nuevo papa incluyendo estas preocupaciones de las cofradías. Total, si a veces parece que estamos montados en La Noria.

   

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