Powered By Blogger

jueves, 17 de noviembre de 2011

"HIJO,TÚ NO TE SEÑALES"

Estoy seguro que esto es lo que me dirá mi madre en cuanto se entere de lo que va este escrito.

En este “hijo, tú no te señales” se esconde el miedo ancestral  heredado a decir lo que se piensa libremente por posibles represalias. Se nota que mi madre no conoce muy a fondo el mundo de las cofradías, de lo contrario ya estaría acostumbrada.

Y es que por más que se le diga que aquellos tiempos de señalar con el dedo a quien no opina como tú ya pasaron, que las cosas han cambiado, que en nuestra sociedad se respetan las opiniones ajenas nos gusten o no,  no hay manera, ella sigue en sus trece. Las represalias que por bando y bando se sucedieron en la lejana contienda civil española siguen en su subconsciente de mujer octogenaria.

Es que me  estoy imaginando como si la estuviera viendo lo que me  va a decir en cuanto que me vea:

-Hijo, ¿tú para qué te metes en nada? ¿Tú para qué te señalas?
-Vamos a ver, mamá, ¿que un católico, que un cofrade, diga que piensa votar al partido que defienda la vida desde el momento de la concepción y hasta su fin natural, por pensar que el aborto no es un derecho sino un estrepitoso fracaso, es señalarse?
-Pues claro que es señalarse, hijo; ¿o tú no sabes que un cofrade llamó a otro retrógrado, reaccionario, que quería que las mujeres fueran a la cárcel por abortar, por el mero hecho de llevar una camiseta de esas del “Sí a la vida”?
-Bueno, mamá, será un caso excepcional. Además, creo que nadie se sorprendería si los cofrades votásemos a los políticos que, por ejemplo, sabemos que van a misa (no a todo aquel o aquella que preside procesiones) o que estén algo más en sintonía con la Iglesia, o por lo menos que no la insulten, o que consideren acertado poner la cruz en la casilla de la Iglesia en la declaración de Hacienda…
-¡Uy que no! Pero hijo mío, pareces tonto. Anda que no hay cofrades que no van ni a misa y que le zurran a su Iglesia más que a una estera y que ponen a caer de un burro al mismísimo Santo Padre…
-¡Ojú mamá! Mira que eres…
-Ah, ¿qué no es verdad?
-Bueno mamá, puede que sí; pero allá ellos con su conciencia…
-Sí hijo, con su conciencia… Es que como dicen unos amigos tuyos: lo menos que hay que hacer para ser cofrade es creer en Dios. Y a veces dudo que muchos cofrades crean en Dios…O al menos no lo demuestran.
-Vale mamá. Ahí me has dado. Irrefutable lo que decís mis amigos y tú….Pero bueno, no creo que nadie llevará a mal que diga que deberíamos votar a quienes propongan que el esfuerzo, la honradez, el trabajo bien hecho y la capacidad sea lo que valide a alguien para ocupar un puesto de responsabilidad en la vida.
-¡Anda ya, hijo!  ¡Ahora no lo pareces, es que eres tonto! ¿Es que no has visto a muchos cofrades que ocupan cargos sin tener ni idea de lo que están haciendo, a veces sin gustarles esto, por el mero hecho de medrar  o de joder a otros cofrades?
-¡¡¡Mamá, ese lenguaje!!!…(Es que mi madre se vuelve deslenguada cuando le hierve el agua del radiador).
-¿No ves ocupando puestos de responsabilidad a muchos que no han hecho nada en su puñetera vida ni por su hermandad ni por nada, y solo se han dedicado a pontificar en las esquinas como charlatanes de feria?
-Pues es verdad, mamá. No había yo caído….
-¿O es que tú te crees que esto es como antes, cuando las cofradías no interesaban a nadie ni tenían relieve social y por eso nadie se acercaba; vamos, como cuando gente de tu edad empezaban?
-Pues….puede ser. A veces pienso como tú…Bueno, mamá, a lo que íbamos. Vamos  a ir dejándolo ya, que quiero terminar de leerme los programas electorales para estar más seguro de qué votar. Aunque cada vez tengo más claro que votaré al partido que quiera para mi nación el sentido de unidad que parece haber perdido, que no reabra viejas heridas de una antigua guerra (de la que los cofrades tendríamos mucho que decir) que la inmensa mayoría de españoles no vivimos, donde la cultura cristiana, origen y fundamento de Europa, sea la base donde construyamos nuestro futuro, donde las víctimas de la violencia, de cualquier tipo, no sean comparada con sus verdugos, ¿es esto un delito?
-Vamos a ver, hijo, ¿no te han llamado ya facha, reaccionario, cavernícola, por menos de eso? ¿No lo siguen haciendo muchos cofrades, por decir lo mismo, con…. Ay, cómo se llama, sí hombre, el obispo de Madrid…?
-Rouco, mamá; Rouco Varela. Y no es obispo, es Cardenal de la Iglesia Católica….
-Eeeeeese….Pues igual, hijo. Bien me haces sufrir…Mira, Manolín (es horrible pero sigue llamándome así algunas veces), déjate de tonterías y no escribas nada. Es mejor seguir la corriente. Y ya sabes, hijo, lo que yo te diga, tú a todo que si jijí, que si jajá….Y todos tan contentos.
-También es verdad, mamá. ¿Qué necesidad….?

 Y se irá refunfuñando para la cocina mascullando alguna retahíla que suena a copla antigua, a temores viejos, a jaculatorias de siempre. Son cosas de mi madre; cosas de su edad…

No hay comentarios:

Publicar un comentario