Powered By Blogger

jueves, 5 de julio de 2012

SE BUSCA ENTRENADOR CUALIFICADO


Lo escribo ahora que aún no se han celebrado las elecciones y ni siquiera se sabe todavía a ciencia cierta el candidato o candidatos que concurrirán en ellas. Encontrar a un cofrade con el perfil idóneo para presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de la Ciudad de Huelva no debe ser muy difícil… Siempre y cuando supiéramos qué es lo que queremos y qué deben ser las cofradías en el primer tercio del siglo XXI.Y todavía más; si supiéramos el estilo de juego que quisiera imprimir al grupo humano que acompañe a ese presidente, pues como en el fútbol, el equipo es tan o más decisivo que el entrenador, digo que el propio presidente.

El nuevo presidente, como un entrenador cualquiera que se precie, deberá buscar un equipo que sepa resolver. Necesitará de un Sergio Ramos que corrija a quién no hable el mismo idioma común, que llame a las cosas por su verdadero nombre. Un poné, que sepa decir que las cofradías son Iglesia de Dios en Huelva, y no otra cosa.

Deberá buscar a alguien que por supuesto  juegue, que marque, un Cesc; pero al que habría que recortarle su afición por sacar banderas particulares, es decir, a todo aquel que mirara más por su propia  hermandad que por el conjunto de la Semana Santa. Que ejemplos hemos tenido.

Le haría falta alguien que con humildad huyera de los focos, del relumbrón; pero que hiciera su trabajo mejor que nadie, como un Iniesta (de mi vida), y que discretamente, con su labor callada fuera capaz, por ejemplo, de poner en orden una carrera oficial que no satisface a nadie y que tendría muy fácil arreglo con un poco de buena voluntad y un mucho de inteligencia para aunar criterios.

También algún cofrade que le ordenara el juego en el campo y que supiera hacer grupo como Xabi Alonso, y que por primera vez en nuestra vida fuéramos coordinados hacia un mismo fin común, que no debería ser otro que el bien de las cofradías, sin personalismos, sin individualidades.

Debería buscar a alguien crucial para nuestros intereses,  un capitán carismático, un Casillas que supiera parar los balonazos que desde tantos ángulos se dirigen a nuestra portería y mantuviera a raya a los que se quieren beneficiar de las cofradías, y hacer valer su peso específico ante algunos políticos que colocan a las cofradías a la misma altura que el carnaval o un equipo de petanca, por lo menos a la hora de la verdad, es decir, a la hora de la subvención, y no creo yo que sea justo, equitativo, ni evidente. E incluso también a cierto sector del clero onubense, haciéndole ver que las cofradías no son el enemigo, que ese torrente de piedad popular debidamente encauzado supone (como siempre ha sido) un patrimonio espiritual, tradicionalmente fiel y positivo para la Iglesia.

Ah, y algo tremendamente importante, buscar a una Sara Carbonero, o a unos Manolos que supiera explicar a todos los medios por igual y con transparencia cada decisión que tomara el Consejo, sin sesgos ni maquiavélicas interpretaciones, y que consiguiera difundir los valores de nuestra Semana Santa, que parece que últimamente solo se saca a la luz nuestras miserias (las de unos más que las de otros) y encima hay quien gana dinero con esto.

Necesitamos, nos urge un Vicente del Bosque que con su seriedad (le perdonaríamos la cara de estaca) lograra elevar el tono, el prestigio de la fiesta más participativa de la ciudad. Nos apremia alguien, hombre de Iglesia a ser posible, que liderara el cambio definitivo que el Consejo necesita como suma de nuestras cofradías, y que no caiga en la tentación de hacer de este Consejo la cofradía número veintiséis.

O esto, o volveremos a las andadas de que  otra vez nos echen para casa en cuartos de final. No nos podemos permitir perder más el tiempo.

La afición, los cofrades estamos dispuestos a hacerle la ola a quién lo consiga; e incluso cantar en vez de eso de “yo soy español”, yo soy cofrade, sin complejos, con legítimo y sano orgullo. A ver quién se anima. Ánimo y “a por ellos, oeeeee……”

PD: Como quiera que soy, más que ateo, agnóstico del fútbol, no hubiera sido capaz de escribir este artículo sin la ayuda de mis hijos, fervorosos forofos de la Selección Nacional Española (la Roja me suena a señora mala, malísima para las cofradías y la Iglesia, y nunca la llamo así). Ergo el mérito es de ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario