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jueves, 1 de mayo de 2014

EL NAZARENO NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA

Al Nazareno le pasa como al coronel de la novela del recientemente fallecido Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez: que no tiene quien le escriba...Que no tiene quien le escriba para bien, porque para mal, para verter sobre su hermandad todo tipo de maledicencias, mentiras y lo que es peor insinuaciones y medias verdades, parece que se haya abierto una veda. Se ha puesto de moda.

No es que uno pretenda que la prensa vuelva a aquellos tiempos en los que "desde un marco incomparable de belleza sin igual" todo era magnífico, todo esdrújulamente superlativo,  todo bellísimo, concurridísimo y piadosísimo, que para eso rimaba con generalísimo; donde todas las imágenes de Cristo eran de Martínez Montañés y las de la Virgen, de La Roldana; donde cualquier orfebrería era de plata, los bordados de Juan Manuel y nuestras dolorosas son ahora la Macarena que no las quemaron, qué va; sino que se la llevaron de aquí para Sevilla cuando la Guerra.... Pero tampoco es muy normal ni lógico este acoso y derribo que se trae cierta prensa local con determinadas (y siempre las mismas) hermandades, especialmente con la del Nazareno, que como todo el mundo en general (y a voces, reina escogida) sabe que todo, todito, todo, lo hace mal, muy mal, fatal, rematadísimamente mal.

 Aquí no ha habido colas en su besapié; aquí no se ha celebrado un quinario que siempre destaca por su más que masiva participación; aquí no se hace una labor de caridad que ya quisiera más de dos, de aquí y de allí. Aquí no se rinde de devoción una ciudad cada vez que su Señor mueve la túnica.... Nada de eso es destacable, solo lo negativo, que no dudo que lo haya, ¿pero solo eso?

 Desde hace un tiempo a esta parte proliferan  periodistas, pseudoperiodistas y opinadores que se están cebando con ella. No hay nada que  haga la hermandad del Nazareno que no se lleve un palito. Uno, no sé si por agradecerle a alguien cuatro cervezas o un par de cafés con torrijas en algún evento, o por ser agradaor, o hacerse el grassiosso, o ganar puntos delante de no sé quién, lo cierto y verdad es que dice que si el Señor no pasa por la Carrera Oficial es porque va solo...

Otro opinador aseguraba que desde que el Nazareno está solo en la Madrugada (como la película de Garci) lo que hace es "deambular" por las calles.

Y siempre salta un cojo, en este caso dos, pues precisamente ellos sí que saben de imágenes solas, huérfanas de devoción y deambulando por las calles. Y vamos a dejarlo aquí porque quien dice lo que no debe, y ellos lo han dicho con creces, escucha lo que no quiere. Y me podría hartar de decirles cosas que no querrían escuchar.

Pero lo más triste de esto es que se escribe , si no con la colaboración (o a lo mejor sí; o estoy seguro que sí) de gente cercana a la propia hermandad, incluso de dentro, que con tal de echar leña al fuego, u otra cosa más maloliente sobre ella y sobre su actual junta de gobierno, no dudan en mirar para otra parte e incluso aplaudir los puyazos que le dan.
Yo les rogaría a estos salvapatrias que dejen tranquila a la hermandad del Nazareno, que con sus cuatrocientos treinta y un años a las espaldas (pero de verdad, con papeles, demostrado) y con cientos de Madrugadas vividas sabe bien lo que se hace.

 Déjenla que se equivoque ella solita, que vaya sola deambulando por la Madrugada, sorteando los cristales que algún golfo tira a los pies de los penitentes, pisando colillas encendidas, oyendo detrás de los pasos la trifulca de dos borrachos que dirimen sus diferencias a botellazo limpio.

 Dejadla pasar sin que haya nadie en la calle que mire las insignias, dejadla pasar sola con la devoción del Señor rodeando su paso, siguiéndolo, acompañándolo en silencio, que quien está esa Madrugada en la calle está para lo que está, no como a las siete de la tarde que salimos a tomar café y de paso vemos cofradías.

Preguntadle, si acaso, a las hermandades del Perdón y la Misericordia cómo les va en sus nuevas jornadas. Mirad cómo ha crecido una; mirad lo acompañada que va ahora la otra.

Dejad sola a la hermandad del Nazareno incluso con la ausencia de cofrades que en ese momento ven cofradías en otro sitio, y que están en todo su derecho. Pero que luego no quieran arreglarle (o amargarle) la vida  disponiendo lo que tiene que hacer El Señor en la Madrugada. ¿A ellos qué les importará?

A más de una quisiera ver yo en este horario, cuando el frío cala los huesos, con el cansancio acumulado, casi el final de la Semana Santa, en el puente del Triduo Sacro con la gente yéndose de fin de semana, a contracorriente del ritmo normal del reloj, en una transgresión absoluta de una jornada "normal".

Dejadla que siga siendo ella, como siempre, que a ella no le importa. Lo anecdótico en la historia ha sido los años que pasó por la Carrera Oficial, lo de siempre ha sido lo de este año. ¿Hace daño a alguien no pasando por unos palcos vacíos, perfecto escenario ofrecido al gamberrismo? ¿Molesta a alguien? Y, ojo, que si hubiera que volver a pasar no ocurriría nada, no se iba a acabar el Mundo, no pasaría nada. Pero, ¿hay alguna necesidad? ¿Gana algo la Semana Santa de Huelva en su conjunto? ¿Gana algo la propia hermandad? Mirad, si no, cómo han ganado algunas recogidas acortando el horario de entrada, por más tempranas.

 Pero sobre todo dejadla tranquila ahora que muchas devociones quedan olvidadas hasta dentro de un año, mientras que el Señor vuelve a recibir diariamente, ininterrumpidamente, llueva o truene, haga calor o haga frío, la devoción de tantos que se postran ante Él y que no entienden de entresijos de cofrades, que viernes a viernes recuerdan en su capilla las señales de su Pasión, Muerte y Resurrección reflejadas en sus Cinco Llagas, y que seguro le será fiel otra vez acompañándolo cuando llegue una nueva Madrugada, cosa que por lo que se ve molesta a algunos. No lo soportan. Vamos que parece que les da hasta coraje. Y eso nunca lo van a escribir en sus soflamas. Solo van a resaltar cualquier hecho intranscendente que acontezca en su hermandad, pero que siempre será susceptible de ser criticado.

 Creo que en este tema se ha sido más que prudente. Pero todo tiene un límite. Y las cosas duelen, sobre todo cuando son injustas y las críticas infundadas vienen de quienes crees que son tus amigos, y saben de antemano y con creces el dolor que te van a causar, a ti, más que a la cofradía ( ¡qué más quisieran ellos!) y aunque te intenten poner paños calientes, estas cosas, por eso, duelen más, muchísimo más.


Y una aclaración final: No soy el Antipabilo, por más que coincida con muchos de sus asertos, por más que pueda estar de acuerdo en más de una cosa con él. Pero creo que lo único que consigue ese blog, el Antipabilo, es darle importancia al otro, al Pabilo, que es lo que ellos desde un principio han buscado. Además yo siempre firmo lo que escribo con mi nombre y mis vulgares apellidos. No todos pueden decir lo mismo. ¿A que no?

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