No vayamos a ser falsos. Siempre hemos sabido que se
han hecho alguna que otra tontería montando los pasos. Alguien que se pone la
capa pluvial del cura, o el que se ha paramentado con el faldón del paso a modo
de capa magna, con una escoba de báculo y que hace una entrada triunfal por la
nave central de la parroquia simulando el comienzo de una Misa Estacional
(antes Pontifical) que haría palidecer de envidia a Msr. Lefebvre o al mismísimo
Papa patéticamente reinante del Palmar de Troya. O algún otro que se excede con
el vino de las torrijas la noche de fundir la cera que, uvita a uvita, es
decir, tapón a tapón de 501 (¡caballero, qué coñac!), agarra una cogorza digna
de unos sanfermines. ¿Quién no ha visto
a alguno meterse en el confesionario para confesar al otro que le ha dado un
ataque de risa floja y anda revolcándose por el suelo? Cosas
"normales", salsa picante en las noches de armás y desarmás que no
iban más allá de la gracieta, e incluso de la gracia y de la guasa con retranca
que nunca le ha faltado al personal cofrade. Pero de ahí a los espectáculos,
llenos de mal gusto y rayando con la blasfemia, que estamos asistiendo más
veces de las deseadas media el mismo trecho que entre los Esperpentos de Valle
Inclán y La Divina Comedia de Dante Alighieri.
Cómo no habrá sido la gravedad de los hechos,
calificados sin tapujos de escándalo, para que haya tenido que intervenir la
máxima autoridad de toda una diócesis para destituir fulminantemente a la junta
de gobierno de la hermandad en cuestión.
Resulta que el prioste de una hermandad de gloria,
de tercera o cuarta fila en cuanto a devoción y popularidad tendría ya la plata
limpita y a la Virgen vestida, no tuvo
otra ocurrencia que ponerse a bailar el yeli, yeli, yeli, de las bodas gitanas
taconeando sobre la toca de sobremanto de la Virgen tirada en el suelo,
rematando la mariconada con un "qué
fuerte, tía". Pero encima el muy imbécil deja que se grabe la escena en un
vídeo. ¿Es o no es para hartar de cosquis al locajo este? Y según leo están
las cosas internas en esa hermandad, que no me extrañaría ni mijita que haya
sido obra de la "oposición" la publicación del vídeo en la red,
seguro que grabado por un íntimo enemigo en esas especies de teatrillo de
comedia, de opereta con trasfondo pseudoreligioso que al parecer consiste ahora
los tiempos de montajes y desmontajes en las casas de hermandad y sacristías.
Las hermandades copiando de los métodos mafiosos de políticos y peores. Caer
más bajo ya se está poniendo difícil.
Hasta hace dos quinarios cualquier cosa que rodeara
a nuestras imágenes eran consideradas reliquias, cualquier insignificancia se
guardaba como un tesoro y eran poco más o menos que objetos de culto y
veneración, si no religioso, al menos sentimental. Un trozo de una vulgar cinta
de algodón negro que hubiera ceñido la túnica de un Cristo, un recorte de la
enaguas de la Virgen que se desechó por estar ya pasada, el algodón con el que
se le secó el rostro a una imagen cuando la lluvia la sorprendió en la calle, y
que llegara a las manos de un cofrade era considerado como un "ex-ósibus",
sin necesidad del auténtica, pues lo que le daba autenticidad era la reverencia
con que se consideraba cualquier recuerdo
procedente de una imagen sagrada.
Hoy, según vemos, llegamos a esto por el manoseo con
que tratamos todo lo sagrado, por dejar en manos de quienes ven en las imágenes
y su decoro solamente lo estético y se acercan a ellas sin devoción y sin
reverencia. Porque muchas veces las
juntas de gobierno nombran estilistas en vez de vestidores, y porque la falta
de educación y de cultura imperantes en la sociedad se han adueñado también de
las cofradías.
Esto no es nuevo, esta vulgarización de lo cofrade
ya lleva un tiempo asentándose en las hermandades, sin que nadie de dentro(
recordemos que ha sido la autoridad eclesiástica la que ha intervenido) haya
puesto pie en pared. Aquí tiene ahora
mucha más importancia que el altar de culto, y especialmente el de besamanos,
se parezca más al decorado y a la tramoya de un escenario teatral que a un
altar donde se expone a la veneración de los fieles una imagen sagrada. Importa
más cómo va vestida la Virgen, que la propia imagen de la Virgen; más la hora a la que se producirá la
"imprevista" e "inesperada" petalada que la propia hora de
salida o entrada de la cofradía.
Y esto por acoger a muchos artistas que solo ven en
las priostías una forma de poder demostrar su sabiduría. Y lo peor es que hay
juntas de gobierno que se lo disputan, como los fichajes de estrellas de
fútbol. Y porque nos estamos acostumbrando a mirar para otro lado.¿Que creen que no es para tanto? ¿Que no tiene tanta importancia? Juzguen ustedes mismos el vídeo de este caso en cuestión, que de seguro solo es una muestra de lo que se podrá ver por ahí, que seguro sale a la luz por disputas partidistas en una hermandad. Mejor no conocer la realidad y mejor pensar que esto es un caso aislado. Pero me malicio que no. Dios quiera que no sea lo habitual.
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