No, no es que vayamos a hablar de la rica y variada
gastronomía de Cuaresma, ni de las papas a lo pobre o en paseo que por
desgracia están siendo tan habituales últimamente en muchas mesas españolas,
pero sí que vamos a hablar de las
variadas "recetas" que nos sugiere los muy ilustradas tertulias
televisivas y radiofónicas desde que SS El Papa Benedicto XVI presentó su
renuncia a la Sede Petrina, aunque según ellos y ellas, sesudísimos teólogos y
teólogas, el Papa ha presentado su dimisión. Y yo me pregunto: ¿ a quién habrá
presentado este buen hombre su carta de dimisión, al Espíritu Santo Paráclito?
Que decía que no hay programa que se precie que no apunten cómo debería ser el
nuevo Papa, estos periodistas que sin conocer a Cardenal Ratzinger, cuando
llegó a la Sede de Pedro no tardaron en calificarlo y descalificarlo de
ultraconservador, y que me imagino se
habrán quedado con las patas colgando y con la mandíbula de abajo descolgada,
vamos lo que se dice con cara de tontos, cuando hayan visto como un Papa tan
"inquisidor" renuncia a su responsabilidad "en plena libertad y
por el bien de la Iglesia", sin ningún apego a la púrpura. Estos defienden
ahora que "un papa debe morir en la cruz". Esos mismos periodistas
que sin leer los libros del Papa se atrevieron a decir lo que sus libros no
decían, ¿o no nos acordamos de la mula y el buey de los Nacimientos? Y ahora a
ver quién "desface" el entuerto.
No sabe el Santo Padre el bien que ha hecho por las
audiencias televisivas. Vamos, que les ha salvado la Cuaresma a más de un
telediario. Y más de una tarde a los programas del corazón. Porque hay que ver
lo que saben de todo estas tertulias. Tanto saben y tanto conocen las entrañas
de la Iglesia Católica, que si yo fuera presidente de la Conferencia Episcopal
Española ya estaría llamando a Sálvame, o al Gran Debate (vulgo la Noria) para
que Paz Padilla o Jordi González me dijeran qué perfil quieren que tenga el
nuevo Pontífice, y hacérselo saber de inmediato al Sacro Colegio Cardenalicio,
más que nada para que lo tengan en cuenta en el cónclave, y lo debatan si eso. O
le pediría opinión a María Teresa Campos, que hasta ha puesto un confesionario
en su programa, donde se sienta a descansar de sus tacones. O al pseudo-humorista
apesebrado en Canal Sur que hizo sus gracietas (sin gracia ninguna) sobre El
Papa en su programa. Estoy convencido de que a todos estos intelectuales de
garrafón, a esta estabulada "gauche divine" de cucharón y paso atrás
les encantaría un papa "progresista", que según ellos estuviera de
acuerdo con el aborto, ordenara mujeres sacerdotisas, obispas y cardenalas, y
que tuviera a bien excomulgar al cardenal Rouco, como si todo esto fuera lo
lógico en un Vicario de Cristo en la Tierra y jefe supremo de la Iglesia
Católica, Apostólica y Romana. Estos periodistas a los que tanto les gusta
hacer caridad con el bolsillo ajeno son incapaces de reconocer la ingente labor
social de la Iglesia quitando hambre en estos tiempos de crisis, y les priva
promocionar en sus programas tan solidarios a alguna ONG de garabatillo, pero
jamás promocionarán a ninguna organización católica, ¿no se han fijado? Porque
como dice Malili, mi compañera de trabajo, y sin embargo amiga, si personajes como Willy Toledo o el Gran Wyoming
no son ni quieren ser católicos ¿a qué viene opinar sobre la Iglesia, a qué
tanta "preocupación" por su futuro, y por la identidad del próximo
portador del anillo de Pedro?
Y si estos reconocidos periodistas dan su
autorizadísima opinión, ¿por qué los cofrades vamos a ser menos? además, ¿es que
nadie va a interesarse por los gustos cofrades del nuevo Papa?¡Hombre ya!. Que
si será más de capa o de ruán; que si le gustará los izquierdazos o el paso racheao; si le pondrá más el andar
decidido o "avansá con lah uñitas na má"; si le irá más las
agrupaciones o las bandas de cornetas y
tambores; si le gustará más los palios de cajón o los de forma, si las vírgenes
con mantos sueltos o recogidos con muchos, muchísimos pliegues; si verá con
buenos ojos la proliferación de coronaciones canónicas, y sobre todo algo
crucial para que pueda contar y gozar de toda nuestra confianza y afecto: ¿le
gustará o no le gustará al nuevo Papa de roma (arsa y toma) los Santos
Entierros Magnos?
Y es que estoy en ascuas.....Mira que nadie
plantearse qué pensará de estos aspectos tan cruciales para los cofrades, de
estas verdaderas dudas que nos atormentan, el próximo pontífice. Es que no me
llega la camisa al cuerpo. Ya podría Jorge Jordi González y María Antonia
Iglesias (algunos apellidos los carga el diablo)completar el perfil que desean
del nuevo papa incluyendo estas preocupaciones de las cofradías. Total, si a
veces parece que estamos montados en La Noria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario